Solo nos fijamos en ellas como medidas de seguridad.
Alambres de espino, vidrios rotos, pinchos, alarmas, vallas electrificadas...
Solo calibramos su eficacia, o la riqueza de quien tras ellas se resguarda.
A veces podemos pensar en el nivel de paranoia que lo afecta. A él y a toda una nación.
Pocas veces vemos en ellas el lado fotogénico, en una versión estéticamente amable. Esta, por ejemplo, cuando parece un camino de esmeraldas.
Si todo es saber...siempre lo digo, ¡¡¡ felicitaciones profe !!!
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